Con un río al que llamamos mar.
Los portugueses a menudo se refieren como “mar” al río Tajo (Tejo en portugués) debido a su enorme anchura y a su conexión directa con el océano Atlántico.
Esta es una imagen al atardecer sobre el río, bajo uno de los puentes más icónicos de Lisboa.
El puente 25 de abril se llama así en honor a la Revolución de los Claveles de esta misma fecha, que indica el final de la dictadura y su inicio a la democracia.
Su parecido con el Golden Gate de San Francisco no es casualidad, ya que ambos son casi idénticos y esto se debe a su diseño, al color, al entorno y a la influencia de la época.
Ambos se construyeron con apenas 30 años de diferencia.
La hora dorada, de nuevo, facilita que la imagen tenga unas tonalidades muy especiales.
Desde Lisboa, el horizonte del río se confunde con el cielo y el océano, creando la ilusión de que es un mar abierto.